La calidad vence a la cantidad: el entorno para la adquisición de un idioma extranjero

Hay algo fundamental al intentar adquirir una segunda lengua, y no se trata del libro de texto perfecto, ni de la última aplicación. Se trata del entorno y la calidad de tu práctica.

Si hablar inglés es parte de tus planes más ambiciosos, tienes que dejar de lado la idea de que la fluidez se logra en clases masivas, memorizando listas interminables o porque el profesor es nativo. El error común es creer que más cantidad de horas o más estudiantes en el aula equivale a mayor progreso. Inclusive, no se trata de estudiar 3 horas diarias, 7 días a la semana. La realidad es que el hablar un segundo idioma, requiere exposición real y atención individualizada.

Una fórmula de la calidad: Grupos pequeños y retroalimentación asertiva.

hemos evidenciado que el progreso significativo nace de la calidad, no de la cantidad. Por eso, nuestros cursos semestrales se basan en la simple, pero significativa, fórmula de los grupos reducidos. Esto no es un capricho; es una estrategia pedagógica. Al reducir el grupo, eliminamos la 'pena' y la 'presión' que te hace callar. Cada minuto de la sesión se convierte en una oportunidad para que te arriesgues a hablar (aun cometiendo errores), avances y te des cuenta de que no existe la perfección cuando de hablar en otra lengua se trata. Lo relevante aquí es cómo me expongo a ella.

Este entorno pequeño permite dos cosas esenciales:

1. Exposición continua y desafiante: Te exiges a usar lo que sabes. No hay libreto, no hay escondite. El estudiante tiene que exponerse, usar el inglés de verdad, y eso, aunque desafiante, es el único camino hacia una experiencia real con el idioma.

   
   

2. Retroalimentación asertiva: La retroalimentación no es genérica; es un 'feedback' que se ajusta a lo que tú necesitas. El enfoque de las sesiones está en guiar tus errores para que no vuelvan a ocurrir, asegurando un avance constante a tu ritmo.

   
   

Tu proceso es personal, no masivo

Tu proceso de adquisición es personal, no masivo. De nada sirve estar en un aula con veinte o más personas, o en grupos “pequeños”, pero en diferentes niveles, si solo hablas durante dos minutos. Aquí, tu dedicación se traduce en progreso real porque aseguramos que cada sesión tenga un objetivo específico, orientado a tus necesidades evidenciadas. Todo con el ánimo de que tengas una conversación genuina y espontanea.

Si estás buscando un acompañamiento que sea real, con una práctica significativa y un ambiente donde la consistencia y la calidad sean la norma, entonces este es tu espacio. Deja de perder el tiempo y ven a descubrir la diferencia.

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