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Mi secreto para dejar de coleccionar palabras y empezar a usarlas

  • Foto del escritor: languagesjourney2
    languagesjourney2
  • 11 nov
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 18 nov

Nunca fui bueno con la memorización de palabras y ejercicios de vocabulario en un libro. Me parecía tedioso, aburridor y abrumador. Mis cuadernos estaban llenos de listas interminables de vocabulario que nunca volvía a ver. Tenía cientos de palabras, pero en el momento de una conversación real, mi mente se quedaba en blanco. Era como tener una biblioteca enorme, pero sin saber cómo encontrar los libros. Me di cuenta de que mi problema no era la falta de conocimiento, sino la incapacidad de usarlo de manera útil.


Estaba atrapado en lo que el lingüista Noam Chomsky llama "competencia lingüística", que es el conocimiento de las reglas y el vocabulario. Pero no tenía lo que Dell Hymes describe como "competencia comunicativa", que es la capacidad de usar el lenguaje de forma adecuada y funcional en un contexto real.


Fue entonces cuando, lleno de frustración por no ver avances en mi proceso, cambié por completo mi enfoque. Dejé de memorizar listas y creé un sistema simple y poderoso que me ayudó a salir del estancamiento. Entendí que debía hacer algo que me funcionara a mí, con lo que me sintiera cómodo y, sobre todo, que usara ese vocabulario en el momento preciso.


El método que transformó mi vocabulario


Mi método se basa en la adquisición activa y la repetición consciente. Es un proceso que me tomó solo unos minutos al día y que me dio resultados extraordinarios.


  1. Busca la palabra y su sonido: El primer paso es simple, pero crucial. Cuando encuentras una palabra que te gusta, búscala en el diccionario y enfócate únicamente en su pronunciación. Escúchala, repítela varias veces en voz alta, hasta que el sonido se sienta natural en tu boca. Como dice el lingüista Stephen Krashen, el "input comprensible" es clave, y el sonido de una palabra es el primer paso para interiorizarla.


  2. Crea una oración con valor personal: En lugar de crear una oración genérica como "Pepito is… ", haz una oración que tenga sentido para ti. La idea es que la palabra se conecte a una emoción o experiencia, lo que facilita tu memorización.


  3. Ponla en tu vida, de inmediato: Una vez que tengas la oración, Úsala. Escríbela en tu diario, envíasela a un amigo en un chat o utilizala para describir una foto en tus redes sociales. Para asegurar que la pronunciación sea la correcta, usa herramientas como YouGlish (página web para trabajar pronunciación de oraciones completas con inglés real) para escuchar a hablantes nativos diciendo la oración completa en contextos reales.


  4. Úsala y exagera: El paso más importante es la acción. La siguiente vez que hables en inglés, “oblígate” a usar la palabra que acabas de aprender, incluso si tienes que forzarla en la conversación. Al principio te sentirás un poco raro, pero la repetición te ayuda a internalizar la palabra y a hacerla parte de tu vocabulario activo.


  5. Sé consistente: El gran secreto es la consistencia. No intentes memorizar 100 palabras en un día. Enfócate en agregar 3 o 4 palabras a la semana y ser muy repetitivo en el uso de las mismas. La fluidez, como la disciplina, es un músculo que se entrena día a día.


La consistencia es tu mejor aliada


Al final del día, el dominio de un idioma no se mide por un certificado o en dónde estudiaste, sino por la naturalidad con la que lo usas. Si mi experiencia te ha resonado y quieres conocer más al respecto, te invito a dejar atrás la frustración de no ver avances significativos y adoptar esta estrategia. La verdadera clave no está en el esfuerzo esporádico, sino en la consistencia. Al empezar este camino, las palabras dejan de ser solo ideas en un cuaderno que nunca vuelves a leer y se convierten en una parte activa de tu vida. Por ello, Deja de coleccionar palabras y empieza a usarlas. Date una nueva oportunidad con tu inglés… una vez tomes la decisión, ¡te estaremos esperando!

 
 
 

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